26 de diciembre de 2007

Navidad 2007

Señor, te esperábamos más grande,
y vienes en la debilidad de un niño.
Te esperábamos a otra hora,
y vienes en el silencio de la noche.

Te esperábamos poderoso como un rey,
y vienes hombre frágil como nosotros.
Te esperábamos de otra manera,
y vienes así de sencillo.

Casi no hay quien te reconozca
al verte así, tan hombre.
Nos habíamos hecho una idea de ti,
y vienes, Señor,
rompiendo todo lo previsto.

Danos fe para creer en ti,
y reconocerte así, como vienes.
Fortalece nuestra esperanza
para confiar en ti,
en la sencillez en la que vienes.
Enséñanos a amar como amas tú,
que siendo fuerte te hiciste débil
para ser nuestra fortaleza
en todo momento
y por los siglos de los siglos.

Amén.