Todos los Misioneros.
Comunidades Participantes:Elqui-Santiago- San Fernando- Viña del Mar- Huepil – Los Ángeles
Comunidades Participantes:Elqui-Santiago- San Fernando- Viña del Mar- Huepil – Los Ángeles
Hnas y CMS
Objetivo: A partir de la realidad juvenil, descubrir la importancia de ser discípulos y misioneros en nuestra Iglesia de hoy.
EL DESAFÍO DE ANUNCIAR. ¡¡Experiencia Misionera!! No siempre escuchar estas dos palabras provoca una espontánea pasión por anunciar el Evangelio. La carga emocional que implica la organización, la ambientación, el financiamiento, la elección de objetivos, la asistencia, los días, el lugar, etc. hacen sembrar la duda de cuan factible es llevar adelante esta actividad, teniendo en cuenta además que en el año 2006 no se realizó.Pero por otro lado, al mirarnos y reconocernos impregnados de una espiritualidad carmelitana que recorre viva nuestra propia historia de salvación y la de las hermanas, y mirando al Padre Palau que nos dice "Iré donde la gloria de Dios me llame", es que fuimos capaces como CMS "Joven", no sin preocupaciones, de continuar y enfrentar este desafío. Que en suma, engrandece el Reino y "recrea" al menos por 3 días un pedazo de cielo en la tierra. Puestos en marcha caminamos organizando esta experiencia que tuvo por lema: “Discípulos y misioneros para que en Él tengan vida”.Organizar no siempre es fácil, pero en esta oportunidad con la disposición de todos…y cuando digo todos, es ¡¡TODOS!! Hermanas, CMS El Vedrá y por supuesto nosotros; CMS “Joven”, todo fue fluyendo y concretándose en aquel fin de semana. Un fin de semana, que reconozco me rejuveneció al menos en 10 años, al ver a jóvenes dispuestos, abiertos a la acción del espíritu y viviendo desde su propia realidad juvenil la experiencia de darse a los otros, disponerse a amar y creer día a día que la vida puede vivirse plenamente junto a Jesús.Siento, al mirar esta experiencia con más distancia, y cuando ya he recuperado mi edad cronológica, espero de igual manera mi edad sicológica, responder al compromiso que implica seguir con la continuidad de las experiencias año a año y tener continuidad entre ellas para así poder potenciar las misiones de verano. Invoco por tanto, a incluir en nuestros propios calendarios la vivencia de la experiencia de misión y el compromiso con la formación y acompañamiento de los jóvenes que participan.Agradezco además a todas las hermanas que pudieron participar y espero de corazón puedan seguir haciéndolo. Mauricio Castillo CMS-Joven.Información publicada en el Informativo CMS 3- 2007 de Septiembre
Hnas que participaron en la experiencia misionera
Objetivo: A partir de la realidad juvenil, descubrir la importancia de ser discípulos y misioneros en nuestra Iglesia de hoy.
EL DESAFÍO DE ANUNCIAR
Con el lema “Discípulos y misioneros, para que en El tengan vida” se ambientó la experiencia misionera de julio 2007. De este encuentro con Cristo y los hermanos nos escriben unas líneas Javiera Paz (joven misionera) y Mauricio Castillo (CMS).
Esta experiencia misionera vivida en Curacaví, fue una oportunidad de compartir con otros la alegría de conocer a Cristo, y dar testimonio de ello llevando su palabra a hogares y realidades tan diversas.
Algo fundamental de este encuentro, fue el clima que se formo entre los misioneros y las carmelitas, ya que éramos personas de distintos lugares de Chile sin embargo todas teníamos un objetivo común, que era ser difusores de la palabra de Dios. La alegría y espontaneidad que se dieron en estos tres días de misión motivaban a continuar con el trabajo.
También fue satisfactorio el recibimiento de las personas en las comunidades que visitamos, por su disposición a escucharnos e invitarnos a compartir en su casa y con sus familias, sin duda esto también se debe al trabajo constante de evangelización y apoyo que han realizado las carmelitas en estos lugares.
En cuanto a esto, fue un espacio de enriquecimiento mutuo, entre los misioneros, las carmelitas y las familias visitadas, en el que el punto de conexión fueron las ganas de seguir a Cristo. Creo que en relación a esto es fundamental que como católicos nos responsabilicemos no solo de ser difusores de su palabra, sino que también, a partir de nuestro actos cotidianos, demostremos la alegría de haber conocido a Cristo. Sin duda que esta experiencia nos ayudará en este camino. Javiera Paz Farfan
Con el lema “Discípulos y misioneros, para que en El tengan vida” se ambientó la experiencia misionera de julio 2007. De este encuentro con Cristo y los hermanos nos escriben unas líneas Javiera Paz (joven misionera) y Mauricio Castillo (CMS).
Esta experiencia misionera vivida en Curacaví, fue una oportunidad de compartir con otros la alegría de conocer a Cristo, y dar testimonio de ello llevando su palabra a hogares y realidades tan diversas.
Algo fundamental de este encuentro, fue el clima que se formo entre los misioneros y las carmelitas, ya que éramos personas de distintos lugares de Chile sin embargo todas teníamos un objetivo común, que era ser difusores de la palabra de Dios. La alegría y espontaneidad que se dieron en estos tres días de misión motivaban a continuar con el trabajo.
También fue satisfactorio el recibimiento de las personas en las comunidades que visitamos, por su disposición a escucharnos e invitarnos a compartir en su casa y con sus familias, sin duda esto también se debe al trabajo constante de evangelización y apoyo que han realizado las carmelitas en estos lugares.
En cuanto a esto, fue un espacio de enriquecimiento mutuo, entre los misioneros, las carmelitas y las familias visitadas, en el que el punto de conexión fueron las ganas de seguir a Cristo. Creo que en relación a esto es fundamental que como católicos nos responsabilicemos no solo de ser difusores de su palabra, sino que también, a partir de nuestro actos cotidianos, demostremos la alegría de haber conocido a Cristo. Sin duda que esta experiencia nos ayudará en este camino. Javiera Paz Farfan
EL DESAFÍO DE ANUNCIAR. ¡¡Experiencia Misionera!! No siempre escuchar estas dos palabras provoca una espontánea pasión por anunciar el Evangelio. La carga emocional que implica la organización, la ambientación, el financiamiento, la elección de objetivos, la asistencia, los días, el lugar, etc. hacen sembrar la duda de cuan factible es llevar adelante esta actividad, teniendo en cuenta además que en el año 2006 no se realizó.Pero por otro lado, al mirarnos y reconocernos impregnados de una espiritualidad carmelitana que recorre viva nuestra propia historia de salvación y la de las hermanas, y mirando al Padre Palau que nos dice "Iré donde la gloria de Dios me llame", es que fuimos capaces como CMS "Joven", no sin preocupaciones, de continuar y enfrentar este desafío. Que en suma, engrandece el Reino y "recrea" al menos por 3 días un pedazo de cielo en la tierra. Puestos en marcha caminamos organizando esta experiencia que tuvo por lema: “Discípulos y misioneros para que en Él tengan vida”.Organizar no siempre es fácil, pero en esta oportunidad con la disposición de todos…y cuando digo todos, es ¡¡TODOS!! Hermanas, CMS El Vedrá y por supuesto nosotros; CMS “Joven”, todo fue fluyendo y concretándose en aquel fin de semana. Un fin de semana, que reconozco me rejuveneció al menos en 10 años, al ver a jóvenes dispuestos, abiertos a la acción del espíritu y viviendo desde su propia realidad juvenil la experiencia de darse a los otros, disponerse a amar y creer día a día que la vida puede vivirse plenamente junto a Jesús.Siento, al mirar esta experiencia con más distancia, y cuando ya he recuperado mi edad cronológica, espero de igual manera mi edad sicológica, responder al compromiso que implica seguir con la continuidad de las experiencias año a año y tener continuidad entre ellas para así poder potenciar las misiones de verano. Invoco por tanto, a incluir en nuestros propios calendarios la vivencia de la experiencia de misión y el compromiso con la formación y acompañamiento de los jóvenes que participan.Agradezco además a todas las hermanas que pudieron participar y espero de corazón puedan seguir haciéndolo. Mauricio Castillo CMS-Joven.
Hnas que participaron en la experiencia misioneraArriba, de Izq a Der: Hna Pastora, Luisa, Leonor, Lily, Jaqueline, Yasna.
Abajo, de Izq a Der: María Verónica, Ruth, Ana María.
